Prepárate para un festín para los sentidos mientras saboreas una variedad de delicias típicas holandesas. Desde los esponjosos poffertjes y la reconfortante sopa de guisantes hasta los quesos más cremosos y el crujiente kibbeling, tu paladar se deleitará. Los más atrevidos podrán probar el arenque crudo, un manjar local. Y para aquellos que prefieren opciones vegetarianas, también hay alternativas deliciosas.
Durante el recorrido, visitarás lugares emblemáticos como Dutch Pancake Masters, el antiguo taller del icónico artista Herman Brood, la sala de degustación A. Van Wees y una pescadería tradicional. En cada parada, podrás disfrutar de una bebida de cortesía a tu elección, ya sea una cerveza holandesa, un vino, un café o un refresco.